El cloro, como tal o en forma de hipoclorito sódico, es el desinfectante del agua más utilizado en el mundo por su efectividad, su bajo coste y fácil uso.
Según la Organización Mundial de la Salud, “En la actualidad, la desinfección con cloro es la mejor garantía del agua microbiológicamente potable ”. Por sus propiedades, el cloro es efectivo para combatir todo tipo de microbios contenidos en el agua -incluidos bacterias, virus, hongos y levaduras- y las algas y limos que proliferan en el interior de las tuberías de suministro y en los depósitos de almacenamiento.
Sólo la cloración garantiza que el agua ya tratada se mantiene libre de gérmenes durante su tránsito por tuberías y depósitos antes de llegar al grifo, además de ser también el método más económico.
Desde que a mediados del siglo XIX se descubrieron los efectos del cloro para potabilizar el agua, la incidencia de las más devastadoras enfermedades infecciosas -cólera, fiebres tifoideas, disentería, gastroenteritis, etc.- ha disminuido, en ocasiones hasta la práctica erradicación. Como describe la revista norteamericana Life, “La filtración de agua potable y el empleo de cloro es probablemente el avance de salud pública más significativo del milenio”. Los países desarrollados deben agradecer al cloro su destacada contribución en el aumento en 30 años de la expectativa de vida de sus ciudadanos durante el siglo XX.
Por todo ello, la cloración es el método de potabilización del agua más extendido en el planeta, como lo avala el hecho de que el 98% del agua que se suministra en Europa occidental haya sido desinfectada con cloro.Años de experiencia nos permiten afirmar que la cloración es sin lugar a dudas el sistema de tratamiento para la potabilización del agua aplicable a nuestra piscina, mas económico y seguro.