La meta buscada por todo piscinero a la hora de tratar el agua es lograr la cristalinidad total, ¿nos confirma eso la seguridad a la hora de usar nuestra piscina?, pues la respuesta es un rotundo NO!!!. Hay parámetros que deben tenerse en cuenta y que no afectan directamente la cristalinidad del agua, pues el agua siendo cristalina puede contener cloraminas, trialomethanos, y un sin fin de subproductos de la desifección. Tambien podemos estar frente a un agua cristalina que sea corrisiva o incrustante. Aunque resulte reiterativo, siempre debemos recordar a los usuarios, los guarismos con los que deben manejarse a la hora de realizar un chequeo del agua de nuestra piscina, y estos son: ph entre 7.2(ideál), a 7.6, esto hace realmente efectiva la desinfección ademas de estar en consonancia con los fluídos corporales los cuales se situan promedialmente en un 7.4 (no debemos olvidar el continuo intercambio que nuestro cuerpo realiza con el medio en el cuál se encuentra inmerso), por tanto con un ph superior se verán irritados los tejidos conjuntivos, como los ojos, vias respiratorias, etc. También debemos controlar(caso usemos cloro isocianúrico en forma de compactos de disolución lenta), la concentración de ácido donante(isocianúrico), el cuál si bien actua como estabilizante del cloro protejiendolo de la radiación ultravioleta, no debe en ningun caso superar los 0.25 a 0.75 ppm. También es de suma importancia que el cloro libre(éste es el que continúa activo luego de la desinfección), debe mantenerse en 1.0 a 1.5 ppm, evitando de esa forma el ingreso de algas y transformando el agua ademas de desinfectada en desinfectante. Tampoco debemos olvidar que una ves desifectada nuestra piscina, controlado correctamente el ph y los niveles de ácido isocianúrico y cloro libre, debemos combatir los subproductos de la desinfección con la oxidación de los mismos. Esto puede realizarse con cloraciones de choque, con oxigeno, etc. Nos queda en el tintero el tema de la filtración, pues ningun tratamiento químico será realmente efectivo sin un sistema adecuado a las dimenciones de nuestra piscina, que contenga un elemento filtrante de calidad y en las condiciones necesarias de conservación, y que sea puesto en funcionamiento el tiempo necesario para que la totalidad del agua de nuestra piscina pase por el no menos de una vez al dia. Como podemos ver, no todo lo cristalino es ideál para nuestra salúd.
domingo, 14 de marzo de 2010
"Cristalinidad total"
La meta buscada por todo piscinero a la hora de tratar el agua es lograr la cristalinidad total, ¿nos confirma eso la seguridad a la hora de usar nuestra piscina?, pues la respuesta es un rotundo NO!!!. Hay parámetros que deben tenerse en cuenta y que no afectan directamente la cristalinidad del agua, pues el agua siendo cristalina puede contener cloraminas, trialomethanos, y un sin fin de subproductos de la desifección. Tambien podemos estar frente a un agua cristalina que sea corrisiva o incrustante. Aunque resulte reiterativo, siempre debemos recordar a los usuarios, los guarismos con los que deben manejarse a la hora de realizar un chequeo del agua de nuestra piscina, y estos son: ph entre 7.2(ideál), a 7.6, esto hace realmente efectiva la desinfección ademas de estar en consonancia con los fluídos corporales los cuales se situan promedialmente en un 7.4 (no debemos olvidar el continuo intercambio que nuestro cuerpo realiza con el medio en el cuál se encuentra inmerso), por tanto con un ph superior se verán irritados los tejidos conjuntivos, como los ojos, vias respiratorias, etc. También debemos controlar(caso usemos cloro isocianúrico en forma de compactos de disolución lenta), la concentración de ácido donante(isocianúrico), el cuál si bien actua como estabilizante del cloro protejiendolo de la radiación ultravioleta, no debe en ningun caso superar los 0.25 a 0.75 ppm. También es de suma importancia que el cloro libre(éste es el que continúa activo luego de la desinfección), debe mantenerse en 1.0 a 1.5 ppm, evitando de esa forma el ingreso de algas y transformando el agua ademas de desinfectada en desinfectante. Tampoco debemos olvidar que una ves desifectada nuestra piscina, controlado correctamente el ph y los niveles de ácido isocianúrico y cloro libre, debemos combatir los subproductos de la desinfección con la oxidación de los mismos. Esto puede realizarse con cloraciones de choque, con oxigeno, etc. Nos queda en el tintero el tema de la filtración, pues ningun tratamiento químico será realmente efectivo sin un sistema adecuado a las dimenciones de nuestra piscina, que contenga un elemento filtrante de calidad y en las condiciones necesarias de conservación, y que sea puesto en funcionamiento el tiempo necesario para que la totalidad del agua de nuestra piscina pase por el no menos de una vez al dia. Como podemos ver, no todo lo cristalino es ideál para nuestra salúd.
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